Medina de Pomar

LA SALIDA. VILLARCAYO.

De montañas y cuevas
Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja

El escenario ideal antes de la batalla.

Situada en el centro geográfico de Las Merindades, Villarcayo es hoy una moderna ciudad en la que los ecos de su importante pasado están todavía muy presentes. Y es que el gran tesoro de Villarcayo es su arquitectura civil, declarada Bien de Interés Cultural como Conjunto Histórico.

Fundada en el siglo XI por el conde castellano Sancho García, su gran crecimiento se produjo en 1560, cuando, por orden de Felipe II se convierte en sede del Corregimiento y de la Junta General de las Siete Merindades de Castilla Vieja, con lo que se convirtió de facto en la capital de Las Merindades.

Aunque en 1834 perdió buena parte de su rico patrimonio tras el asedio y saqueo de las tropas carlistas, nos quedan una buena cantidad de casonas blasonadas en el entorno de la calle de Santa Marina.

 

Recreación del asedio carlista a Villarcayo que se celebra todos los meses de septiembre.

 

En la Plaza Mayor veremos también casonas blasonadas y galerías acristaladas, destacando el edificio del Ayuntamiento y, detrás de él, la Torre del Corregimiento que alberga el Archivo Histórico de Las Merindades. No hay que perderse la ermita de San Roque, patrón dela villa, la moderna iglesia de Santa Marina, con sus magníficas vidrieras, o el Museo de Santa María La Real de Vileña, con su colección de sepulcros góticos.

Seguramente a primeros de septiembre todavía haga calor, por lo que te podrás acercar al Parque del Soto para disfrutar de un buen baño en las piscinas naturales en el río Nela.

 

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